Agosto 20, 2025
Comprar una casa es una de las decisiones financieras más importantes en la vida de muchas personas. Pero antes de emocionarte buscando propiedades, hay una pregunta clave que debes resolver: ¿cuánto puedes pagar realmente? Para eso existe un concepto fundamental: tu capacidad de crédito hipotecario. Este blog te explica cómo calcularla, qué factores influyen y qué puedes hacer para mejorarla si aún no estás listo para dar el paso.
Tu capacidad de crédito hipotecario es el monto máximo que un banco o institución financiera está dispuesto a prestarte para comprar una vivienda. Se calcula con base en tus ingresos, deudas actuales y perfil crediticio.
Un error común es asumir que por ganar bien, automáticamente se puede acceder a cualquier crédito. Pero no es tan simple: los bancos evalúan tu estabilidad financiera, historial de pagos y nivel de endeudamiento.
Aunque cada banco tiene sus propios criterios, en general se usa la siguiente fórmula:
Capacidad de pago mensual = (Ingresos mensuales netos) x (porcentaje máximo destinado al crédito hipotecario)
En México, ese porcentaje ronda entre el 30% y 40%. A eso se le resta cualquier otra deuda activa, como tarjetas de crédito, automóviles, etc.
Ejemplo práctico:
Imagina que ganas $30,000 al mes y ya pagas $3,000 de tarjeta de crédito.
Esa es tu capacidad de pago mensual. Con eso, podrías acceder a un crédito aproximado de entre $800,000 y $1,000,000, dependiendo del plazo, la tasa de interés y el enganche.
Enganche disponible: Mientras más ahorres para el enganche (ideal: 20%), menos necesitas financiar.
Si aún no te alcanza para la casa que quieres, no te preocupes. Aquí van algunas recomendaciones:
Busca asesoría gratuita: Plataformas como Mity te conectan con asesores hipotecarios que pueden ayudarte a entender mejor tu situación y encontrar la mejor opción.
Conocer tu capacidad de crédito hipotecario es el primer paso para comprar una casa de manera segura y realista. No se trata solo de soñar, sino de saber con certeza cuánto puedes pagar y cómo prepararte para lograrlo.
Recuerda que el crédito no es un enemigo, sino una herramienta. Úsala con inteligencia y con el acompañamiento correcto, puedes acercarte cada vez más a la casa que sueñas.
– Mity Blog Team
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